6 estrategias para estudiantes de maestría

Estudiar una maestría es un gran paso para tu educación, ya que se centra en ampliar tu conocimiento en campos específicos. Además, suele ser un poco más difícil que la educación universitaria y que cualquier otro nivel de educación.

1.- Piensa como un novato

Al iniciar tus estudios de maestría, tu situación social cambiará. Incluso si continúas en la misma universidad en la que cursaste tu licenciatura.

Lo más probable es que tengas que reconstruir gran parte de tu círculo social, para lo cual las primeras semanas serán clave.

En general, lo más probable es que te ayude adoptar el enfoque de Freshers’, es decir, participar en tantas actividades como sea posible. Éstas son, por ejemplo

Sociedades y clubes deportivos. Aunque sólo estés allí un año o dos, sigue siendo una gran oportunidad para relacionarte con gente nueva.

Relaciónate y habla con gente de tu especialidad. Durante el primer mes de estudios, la mayoría de la gente estará en la misma situación: ansiosa por hacer nuevos amigos.

Asegúrate de establecer contactos y forjar algunos vínculos sociales tempranos mientras todo el mundo está receptivo. De hecho, ofrece la oportunidad de tener un “compañero de estudios” en el futuro, cuando llegue la temporada de evaluaciones.

2.- Estructura tu tiempo

Lo más probable es que, si eras como yo, en tus estudios universitarios fueras bastante rápido y suelto a la hora de organizarte.

Recuerdo las últimas semanas de mis estudios universitarios corriendo para hacer los deberes en las últimas semanas, o leyendo por encima 80 páginas de literatura antes de un seminario de tres horas.

Desgraciadamente, tal y como intenté, continuar con esta estrategia en los estudios de posgrado o maestría no funciona.

La cantidad de lecturas que hay que leer es considerablemente mayor y mucho más compleja que en los estudios universitarios.

No obstante, es importante tener en cuenta que leerás bastante más despacio que si lo haces de forma casual, y sobre todo mientras tomas notas.

Algunas personas prefieren dedicar un tiempo fijo a la lectura (por ejemplo, de dos a tres horas al día), pero a mí no me satisface.

Un enfoque basado en los logros, en el que se alcanza un objetivo fijo, puede servir de cierre eficaz y evitar que te preocupes por el trabajo durante el resto del día (al fin y al cabo, seguirás queriendo mantener tu vida personal…).

3.- Averigua cómo aprendes mejor durante tu maestría

Seguramente sabrás qué tipo de alumno eres. Algunas personas prefieren aprender a través de conferencias, lecturas o participando activamente en seminarios.

Si bien es posible que en tus estudios de bachillerato o licenciatura hayas utilizado algunas estrategias de trabajo “fuera de la caja”, lo más probable es que te resulten inadecuadas en tu transición al máster.

La cantidad de información que tendrás que procesar y comprender requiere que entiendas cómo aprendes mejor. No querrás dedicar tiempo a un método de aprendizaje que tiene un rendimiento limitado.

A algunas personas les gustan los mapas mentales, las fichas, subrayar o trabajar con lápiz y papel, ya que pueden ayudarles a asimilar mejor el contenido.

Muchos de estos métodos pueden clasificarse en cuatro categorías: Auditivo, Visual, Escrito o Cinestésico.

Aquí puedes obtener una buena explicación de estos grupos y de qué estilo de aprendizaje eres, y posiblemente una nueva estrategia que adoptar. Saber cómo aprendes mejor puede ayudarte a desarrollar tus técnicas de estudio y a trabajar de forma más productiva.

4.- Piensa en tu futuro profesional

Tanto si has empezado el máster como un trampolín hacia el doctorado como si lo has hecho simplemente para quedarte un año más en la universidad, la inexorable pregunta de cuál será tu carrera profesional sigue ahí. Es bueno dedicar tiempo a la semana al desarrollo profesional.

Ten en cuenta que el 48% de los licenciados nunca consiguen un trabajo de maestría. No querrás contribuir a esa estadística. He aquí algunos consejos clave:

Sigue de cerca los sectores clave que te interesan.

Relaciónate en la medida de lo posible con personas relacionadas con esos sectores. Podrían ofrecerte ideas clave o ayuda en el futuro.

Comprueba los requisitos clave de empleabilidad que especifican muchas ofertas de empleo. Pregúntate si respondes a ellos de forma convincente: ¿necesitas experiencia adicional en determinadas áreas?

5.- Practique la gestión del tiempo

Una maestría exige un alto nivel de autodisciplina, ya que, incluso más que en la licenciatura, serás responsable de gestionar tu tiempo. Los cursos se condensan en uno o dos años (a tiempo completo) y habrá que cumplir muchos plazos y tareas, además de realizar prácticas y hacer malabarismos con la vida familiar.

Para prepararte mejor, infórmate de las fechas y plazos más importantes antes de empezar el curso, para tener claras tus prioridades y objetivos.

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